USO te explica como reforzar conductas seguras en el centro de trabajo.
¿Qué es la Seguridad Basada en el Comportamiento?
¿Cómo reforzar conductas seguras en el centro de trabajo? USO te lo explica
El sistema asentado en la Seguridad Basada en el Comportamiento es una herramienta de gestión que se rige por la observación de las conductas seguras en el lugar de trabajo. Su finalidad es reforzar y mejorar el desempeño o comportamiento seguro de toda la plantilla de una organización.
En este sistema de gestión se considera a la persona como eje sobre el que se articulan la misión, visión y valores de la seguridad. Las empresas que anteponen la persona al proceso:
- Evolucionan de los paradigmas de supervisión y control hacia los mecanismos de autocontrol, basados en la responsabilidad individual y la confianza.
- Consideran a la persona como promotora de sistemas, protagonista activa del cambio cultural.
- Cesan en su gestión por funciones, incorporando la gestión por procesos.
- Abandonan el cumplimiento férreo de estándares, normativas y la estrecha supervisión desde la desconfianza: incorporan nuevas medidas de intervención, vigilancia y cuidado.
Las empresas en transición hacia un modelo de prevención centrado en las personas desarrollan un interés real por esas personas que la integran, su salud, seguridad y bienestar. Lo hacen desde un compromiso de la gerencia por la prevención, generando así cultura preventiva. Con ello, se fomentan la cooperación y la creatividad desde la contribución individual en la gestión de la prevención.
Listado de conductas seguras, hábitos saludables y otras variables
Para que una persona trabaje de forma segura, han de darse una serie de condiciones, que hacen referencia a la Triple Condición de la Conducta. Esto actúa sobre el factor humano vinculado con: “querer trabajar seguro”.
Para ello, debe elaborarse un documento tipo que incluya un listado de conductas seguras, hábitos saludables y otras variables no alineadas con la nueva visión preventiva. Estas se asocian con un “Recetario de Excelencia Preventiva” que incluye propuestas “saludables” relacionadas con nuevos recursos, distintos comportamientos o diferentes actitudes de receptores y ejecutores.
Es un instrumento que funciona a modo de hoja de ruta personalizada y que recoge las conductas específicas que cada individuo ha de modificar, incorporar o eliminar de su conducta habitual en materia preventiva.
La adquisición o fortalecimiento de las conductas preventivas y prácticas concretas identificadas como de mejora van encaminadas a generar un impacto directo en la persona y su entorno. El desarrollo de prácticas concretas saludables interviene en la consecución de los mismos, facilitando la evaluación del impacto y de los resultados en el conjunto de la organización.
La mejora continua, tarea de todos
Como todos los sistemas de gestión, la Seguridad Basada en el Comportamiento se apoya en la mejora continua, sin perder de vista que:
- La actitud de mejora continua es tarea de toda la plantilla. Cualquier persona puede y debe proponer mejoras en materia preventiva que afecten a su ámbito de trabajo: una pieza de éxito en la cultura preventiva es la participación.
- Esa mejora continua debe comenzar por uno mismo. Los avances no dependen únicamente de cambios en la organización o de los responsables directos.
• El momento de la incorporación del hábito de trabajar con “el pensamiento de mejora continua” en materia preventiva todos los días es ahora.
• El talento es un activo fundamental. Las competencias, la formación, la creatividad y la experiencia de las personas que forman la organización serán determinantes en la calidad de las aportaciones, soluciones saludables y seguras que se propongan.
Mejoras preventivas en las personas que practican estas buenas prácticas
Las personas que participan activamente en las empresas que ejecutan buenas prácticas preventivas, adquieren un mayor nivel de:
- Autoconocimiento: de sus puntos fuertes, sus áreas de mejora, aquello que les motiva y lo que les produce incertidumbre.
- Autoconfianza: aceptarse, valorarse en su justa medida, asumir riesgos.
- Equilibrio emocional: asumir la responsabilidad y disponibilidad que requiere su puesto; tomar perspectiva sobre los problemas cotidianos y mantener la calma en situaciones de presión.
- Automotivación: proponerse objetivos desafiantes, mantener una visión positiva y persistir a pesar de los obstáculos.
- Valoración de los demás, apreciando la riqueza de la diversidad.
- Empatía.
- Pasión por el desarrollo de otros.
- Flexibilidad mental: ayudar a pensar, descubrir nuevas perspectivas y soluciones, y practicar el sentido del humor.
- Honestidad: guiarse por principios y valores éticos.
- Compromiso: mostrar y generar identificación emocional con la visión, misión y valores del grupo.
Por qué no se apuesta por la Seguridad Basada en el Comportamiento
Muchas organizaciones temen abordar los riesgos psicosociales por el desconocimiento de las ventajas que pueden comportar. Creen que supone abrir la caja de posibles conflictos laborales. Pero, al contrario, la práctica adecuada de la prevención de los riesgos psicosociales en un entorno basado en el diálogo, con la implicación y el compromiso de la dirección y de la representación sindical, así como de la plantilla, no solo ayudará a conciliar posturas, sino que también creará las condiciones para un nuevo sistema general de gestión empresarial en el que todos se sentirán copartícipes.
Las cuatro motivaciones más importantes para la prevención de riesgos laborales son la reducción de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales; la satisfacción de la plantilla con el trabajo que desarrollan; la responsabilidad social, y el cumplimiento con la legislación. Las organizaciones con mayor nivel de excelencia preventiva otorgan mayor importancia relativa que el resto de empresas a la reducción de costes y al valor intangible que representa la mejora de la imagen empresarial.
En USO, estamos convencidos de que, si nos concentramos en cultivar hábitos preventivos esenciales, podemos producir cambios en nosotros mismos y en los demás. Nuestros delegados de prevención desarrollan su labor de observar el cumplimiento los dos primeros requisitos, el poder y el saber, y fomentan a diario la sensibilización del querer trabajar seguro.