El desbarajuste eterno de Renfe
Retrasos, averías del aire acondicionado, duplicidad de billetes, largas colas y el mal servicio general a los usuarios es el panorama actual de la compañía ferroviaria. El recorte de personal detrás de muchas de estas situaciones
Renfe ha subido el precio de los billetes pero los niveles de calidad y la atención a sus clientes han empeorado en estos últimos años. Así lo atestiguan representantes de USO en los trayectos de AVE. «El caos se ha instaurado en nuestro día a día. En los servicios de restauración trabajan dos personas cuando llegó a haber hasta seis, no hay maquinistas suficientes y no contratan más, los empleados de limpieza han recibido órdenes de hacer su trabajo en la mitad de tiempo… Tampoco hay interventores suficientes, algo que ha originado problemas importantes».
La falta de personal es la principal causa del deterioro de la calidad de los viajes en el AVE, AVLO y trenes de larga distancia.
Ferrovial que es la subcontrata responsable de los servicios de restauración dentro de los coches ha hecho importantes recortes en su plantilla tras la disminución de la asignación de la adjudicación.
«El malestar es evidente pero la gente no reclama por miedo a perder su puesto de trabajo, la plantilla ha sido muy castigada con muchos despidos durante la pandemia y ahora estamos en una situación crítica», añaden representantes sindicales de la compañía.
En el caso del personal del servicio de los AVE, el contrato disminuyó de 460 millones de euros a 211 millones. Como consecuencia, la exigencia de la prestación se ha reducido, tanto en la venta de comida durante el viaje con los carritos como en la resolución de dudas de los viajeros, entre otras cuestiones. «El servicio de calidad ya no existe. Se monta a la gente como animales», señalan las mismas fuentes.
Renfe se defiende diciendo que está sujeta a Hacienda y a los Presupuestos Generales del Estado. En la actualidad se está trabajando en el nuevo convenio colectivo de la entidad.
La compañía señala que cuenta con una plantilla ajustada al servicio que presta. «Como empresa pública gestionamos recursos públicos y no podemos tener plantillas sobredimensionadas que lo único que harían sería incrementar costes a la ciudadanía», indican.
No se descarta que si sigue la problemática actual se convoquen movilizaciones por parte de las organizaciones sindicales representativas en los meses de octubre y noviembre.