El IPC de enero sube por primera vez desde el inicio de la pandemia, afectando a las necesidades más básicas
El IPC de enero se ceba especialmente con la vivienda, la alimentación y el transporte. Atravesando la peor crisis sociolaboral de nuestra historia reciente y en pleno invierno, el IPC ha dado el mayor salto en años y ha pasado de registrar una tasa anual de -0,5% en diciembre de 2020 a ponerse en positivo por primera vez desde el estado de alarma e incrementarse en un 0,5%.
Y lo ha hecho tocando al alza todos los productos básicos para los hogares: la electricidad y el gas han subido un 3,2% el conjunto de gastos de la vivienda; en alimentación, legumbres y hortalizas han vuelto a subir, como durante toda la pandemia, pero también bebidas no alcohólicas, como agua y zumos; y el transporte, tanto los precios de los automóviles como de los carburantes.
IVA superreducido para la energía y ayudas en origen para que no se dispare la alimentación
“Desde USO seguimos incidiendo en la necesidad de aplicar un IVA superreducido a suministros básicos, como lo es la energía en el hogar, especialmente en un invierno tan duro como este en todos los sentidos. Nuestro país no puede permitirse que siga escalando la pobreza energética de las familias. Uno de cada ocho hogares sufre pobreza energética, en muchos hay niños. Es un fracaso como sociedad frente al cual se puede actuar con medidas rápidas y concisas”, apunta Joaquín Pérez, secretario general de USO.
También brecha se está abriendo durante la crisis en alimentación: “no es concebible que algo tan básico y necesario como las legumbres y verduras se hayan convertido en el oro verde de la pandemia, condenando a las familias con menos recursos a no poder afrontar una dieta equilibrada. El sector agrícola ha estado entre los más castigados por las restricciones de movilidad, pero hay que corregir los precios en origen, con inyecciones directas a las explotaciones para que no reviertan el daño en el consumidor final”, pide el secretario general de USO.