USO se opone frontalmente a las reuniones «clandestinas» de UGT y la Conselleria de Trabajo que bloquean el nuevo convenio colectivo de hostelería en las Islas Baleares
A finales del 2022, UGT Y CCOO, negociaban para el sector de Hostelería en las Islas Baleares un preacuerdo que contemplaba una subida de los sueldos para las plantillas de hasta un 10%. Se quería parar la progresiva pérdida del nivel adquisitivo de 160.000 personas que trabajan de forma directa en el gremio hostelero
La desagradable sorpresa ha llegado en las primeras semanas del 2023 al denunciar CCOO que UGT se había desmarcado unilateralmente de la mesa de negociación y había decidido entablar por su cuenta reuniones con la Conselleria de Trabajo, llegando incluso a anunciar un acuerdo para prorrogar el convenio actual y rebajar la subida salarial hasta toparlo en un 8’3% (un 5% este año + un 3’3% en 2024), lo cual, «como entendemos y apoyamos en USO Illes Balears, ha conllevado la ira de CCOO, que denunció que UGT y Conselleria incurriesen en prácticas de negociación más basadas en la clandestinidad, las prisas y los intereses propios que en la transparencia y las ganas por alcanzar acuerdos beneficiosos para las mayorías», denuncia Francisco Melgarejo (secretario general de la Federación de Servicios de USO Illes Balears).
Melgarejo explica también que, «básicamente, la UGT podría incurrir en vulneración de las normas de la negociación colectiva descartando de la conversación a CCOO firmando una prórroga del convenio con el conseller».
Ante la amenaza de llevar estas prácticas ante los Tribunales, tanto la Conselleria como UGT han reculado y la negociación se ha reanudado contando con todas las partes y retomando los postulados iniciales.
Desde nuestro sindicato mantendremos una actitud de alerta ante estos movimientos sospechosos que pueden perjudicar gravemente a las personas trabajadoras del sector hostelero en el territorio.
«Esperemos que UGT y Conselleria hayan entrado en razón y no retomen su unilateral y excluyente visión del proceso», concluye Melgarejo.
